Encuentro mágico que un retrato del exterior sea capaz de
revelar la esencia interior
Más que una profesión, la fotografía es parte de mi vida
¿Has notado ese fugaz segundo en el que puedes ver la esencia de una persona en el brillo de sus ojos?
Soy Katherine Pimentel
y me considero una coleccionista de momentos. Los busco a través de mi cámara para capturarlos en una foto.
Por eso hago fotografía lifestyle. ¿Qué quiero decir con eso? Que tomo mis fotos interactuando con mis sujetos, no con poses, sino captando sus movimientos naturales y la manera en que interactúan.
Todo comenzó cuando tenía 4 años
La primera vez que tuve contacto con el mundo de la fotografía fue cuando entré a un cuarto oscuro con mi hermana mayor. Tenía solo 4 años pero no olvido ni el olor ni las imágenes de ese día. Quedé absolutamente enamorada.
Mi primera cámara llegaría años más tarde, cuando cumplí 10 años. Por supuesto la Kodak de rollo más económica, pero me gasté una fortuna en carretes. Hice varios curso de fotografía, pero no fue hasta que me convertí en madre por primera vez que reencontré la motivación de tomar la cámara para ser una “mamarazzi” 24/7.
Ahora tengo la dicha de que la línea entre trabajo, vida y pasión se desaparece y puedo compartir mi experiencia con hermosas familias que, al igual que yo, desean congelar en el tiempo pedacitos de su historia, inmortalizada en el tiempo.
Katherine en blanco y negro
Igual que en una foto, las luces y sombras de una persona forman una imagen. Si intentara definirme por mis contrastes diría que, aunque soy de las que se despista fácilmente, rara vez olvido un rostro; prefiero comer sano, pero no tengo fuerza de voluntad ante una pizza; amo el olor de un libro nuevo y también amo los audiolibros; soy de las busca el radar de novedades de Spotify para escuchar música nueva y no me imagino mi vida sin los discos de Pink Floyd.
